Calaveras 2019

 

Nunca ella estaba quieta,
de proyectos, siempre llena,
no tomaba ni una siesta…
ni ignoraba su condena

Y es que en esa noche oscura,
escribía un postrer oficio.
Quería intentar la locura
de evitar su sacrificio

Le escribía, con optimismo,
a la Calaca impasible:
“Esto no es pan con lo mismo,
es un proyecto infalible”

“Yo tengo muchas tareas,
por demás interesantes,
sólo pido que esto leas:
necesito unos instantes”

“¡Organízate una junta!”
Le ordenó, amenazadora,
“Despidamos a la adjunta,
y de una vez, la directora”

“Si quedarse es su deseo,
¡así sea!” – hizo la finta,
hoy tienen su mausoleo,
dónde más: pues en la Quinta.

 

(c) 2019, Alfredo Sánchez (http://jalfredosanchez.com)